Esto es lo que le pasa a tu perro por beber agua del mar: un veterinario responde

Uno de los mejores planes para disfrutar al máximo del verano es ir con el perro a la playa. Por lo general, a los canes les encanta pasear por la arena y darse un chapuzón, aunque no debemos olvidarnos de hacerlo garantizando su seguridad. Uno de los principales peligros con los que debemos tener especial cuidado cuando vamos con el perro a la playa es que beba agua del mar.

Para el perro puede resultar tentadora la opción de beber agua del mar, sobre todo si hace mucho calor y tiene sed. Pues bien, Jaime Díaz, veterinario de las clínicas UNAVETS, indica que «el agua del mar es buena para juegos y para darse un chapuzón, pero nunca bebida». Y es que, tiene un alto contenido en sal y otros minerales que pueden desencadenar reaccione adversas en el organismo de los perros, sobre todo si son cachorros o ancianos.

«Puede provocar graves alteraciones debido a la gran cantidad de cloruro de sodio (sal) que pueden provocar diarreas persistentes y explosivas, vómitos, mareos, dificultad en el movimiento, letargo y, además, provocar mucha más sed», advierte.

Por último, lanza una recomendación en el vídeo que ha compartido en Instagram. «Mi consejo es evitar que beban agua de mar y llevar siempre su bebedero con agua fresca y dulce».

 

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Los mejores consejos para ir con el perro a la playa

Antes de salir de casa, debemos preparar una mochila con todas las cosas que puede necesitar nuestra mascota: documentación, agua y bebedero, juguetes, crema solar, bolsas para recoger sus necesidades y proyector para las almohadillas. Es el kit básico que recomiendan los veterinarios.

Una vez en la playa, debemos aplicar el protector solar, sobre todo en las zonas con poco pelo y poca pigmentación. Los perros tienen menos mecanismos de defensa que nosotros para «defenderse» del calor, así que no es una buena idea pasar con ellos todo el día en la playa. Con dos o tres horas es suficiente, evitando las horas centrales del día en las que la radiación es más intensa.

Por supuesto, en ningún momento debemos perder de vista a nuestra mascota. Nos aseguramos de que se bañe en una zona con poca profundidad y donde no haya corrientes.

De vuelta a casa, un baño es esencial para eliminar los restos de sal y de arena y así cuidar su piel y su pelo. Tenemos que revisar bien las orejas y asegurarnos de que no tenga arena ni agua en su interior.